Puigdemont insta al gobierno de España a negociar
Carles Puigdemont insta al gobierno de España a negociar posibles soluciones
El expresidente catalán se dirigió a los líderes europeos diciendo que el apoyo incondicional a Rajoy no resolverá el problema catalán que se vive actualmente.
A través de un comunicado, el ex mandatario catalán hizo un llamado a los líderes europeos y también al presidente de España Mariano Rajoy, para pedir se impliquen más en el problema de Catalunya y dejen de estar callados al respecto y a su vez a Rajoy hace un llamado para negociar.
Líderes europeos callados ante situación catalán
El expresidente catalán se dirigió diciendo: “Algunos de los líderes de Europa pueden seguir callando frente a un gobierno que aparentemente no acepta los resultados de una elección. Ya no nos sorprende, pero estamos decepcionados”.
En medio de tanta tensión y de una situación muy incómoda por la que atraviesa el pueblo de Catalunya, Puigdemont añade: “situarse del lado del Gobierno español incondicionalmente” no contribuye a “resolver un problema” que es real, está escalando y no desaparecerá con golpes de porra, encarcelamientos, exilios y prohibiciones”.
Negociar no es debilidad o cobardía
A su vez se dirige al presidente Rajoy pidiendo negociar y asegura que: “Negociar no es un signo de debilidad o cobardía, sino más bien una gran fortaleza de la democracia”.
También, Puigdemont aclara diciéndo: “Lo que se necesita es diálogo, negociación y acuerdo sobre la futura relación que los catalanes queremos tener con España, basada en el respeto, el reconocimiento, la cooperación y la igualdad”.
Por otra parte, expresa que los resultados de las elecciones pasadas del 21 diciembre, son una refutación total en contra del gobierno español.
Ha puesto en valor los resultados dadas las extraordinarias circunstancias con las que los independentistas han concurrido a las elecciones, de manera que Puigdemont ha vuelto a recordar su “exilio” o el encarcelamiento de miembros de su Govern. Asimismo, ha denunciado que el independentismo ha sido tratado por “el aparato estatal” y algunos medios de comunicación como “una ideología peligrosa”, que ha habido intentos de “censura” y que los partidos contrarios a la independencia han contado con importantes “recursos materiales y económicos” en sus respectivas campañas.