Putin al margen del centenario de la Revolución Rusa
Putin al margen del centenario de la Revolución Rusa
Cada 7 de noviembre en la era soviética los misiles retumbaban en la Plaza Roja. Los líderes soviéticos miraban desde lo alto del mausoleo de Vladimir Ilich Lenin, padre de la revolución bolchevique, el aniversario del levantamiento bolchevique que terminó con el régimen zarista dando inicio a la Unión Soviética. Este era un día de fiesta.
Hoy en día las banderas rojas marchando por el centro de Moscú incomodan a un Vladimir Putin que lleva quince años al frente del Kremlin predicando la estabilidad y ejerciendo un control férreo de la disidencia dentro de su país. De ahí que el presidente de la Federación Rusa se haya mantenido distanciado de los eventos que se han celebrado en la capital del país para conmemorar el centenario de un acontecimiento que marcó profundamente el siglo XX.
El Kremlin no organiza nada oficial para el acto
El Kremlin por miedo a glorificar un hecho histórico que supuso un cambio de régimen no ha organizado nada oficial para esta efeméride y se ha situado al margen de los actos.
Putin llegó al Kremlin en el año 2000 y siguiendo su política autoritaria que instauró las fuerzas de seguridad rusas han reprimido varias protestas antigubernamentales durante este año y han realizado detenciones masivas, han encarcelado tres veces al líder de la oposición Alexei Navalny por infringir las normas de protesta pública.
El recuerdo de la Revolución de 1917 no es plato de buen gusto
Putin continúo con su agenda habitual y acudió a trabajar manteniendo la rutina diaria.
El líder y ex agente de la KGB ha manifestado enlos últimos días que hubiera sido mejor si la Revolución Bolchevique nunca hubiera sucedido y que no hay nada que celebrar.
En su búsqueda por articular una orgullosa identidad nacional Vladimir Putin ha tenido que asumir la contradicción de negar la era bolchevique y alabar al mismo tiempo hechos históricos que hicieron de la Unión Soviética una de las potencias internacionales durante el siglo pasado entre ellas la victoria en la Segunda Guerra Mundial y al éxito soviético en la carrera espacial.
Putin se ha visto casi obligado a adoptar un tono ambivalente respecto a la URSS al ser acusado por la oposición de ser el resultado de la combinación de un zar y un autócrata soviético.
Putin ha manifestado que “hay que admitir las consecuencias negativas y debemos reconocer también las positivas”. Asume la contradicción de ensalzar hechos históricos de la URSS y negar la era soviética
El centenario de la Revolución Bolchevique sigue siendo un aniversario sagrado para el Partido Comunista Ruso y para muchos rusos que vivieron la época de la Guerra Fría.
El Partido Comunista Ruso es la segunda formación más importante en la Cámara Baja después del partido pro-Kremlin Rusia Unidad. Hoy día ejerce poca influencia real y vota habitualmente con el partido del Gobierno la mayoría de los asuntos principales de la vida política rusa.
Los partidarios del Partido Comunista Ruso han realizado unas cuantas actividades para conmemorar el centenario de la revolución y piensan que llegará el momento que sus ideas volverán a triunfar.
El líder del Partido Comunista Ruso Gennady Zyuganov, en una carta conmemorativa del centenario dirigida a los militantes de su formación escribió: “El capitalismo está tropezando de una crisis a otra”. “Estamos convencidos de que el sol del socialismo se elevará una vez más sobre Rusia y el mundo entero”.