Prosecco, el vino espumoso, arte italiana
Una obra de arte italiana, el espumoso vino Prosecco
El vino espumoso Prosecco trae una historia de muchos siglos atrás; su nombre es homónimo al viejo pueblo de Trieste, al noreste de Italia, en el límite con Eslovenia; de hecho su nombre deriva del esloveno “prozec” que significa “camino por el bosque”. Sin embargo, para su elaboración influyo la rica cultura vinícola de las tradiciones italianas.
«El vino espumoso, seco pero divertido, realmente asombroso al paladar»
Un camino hacia la perfección, Prosecco
El vino espumoso Prosecco es el resultado de una perfecta evolución; es así como desde sus inicios se convirtió en una bebida de grandes sensaciones, gracias a la calidad de su efervescencia y el refinamiento de su aroma y sabor. Es por esta razón que su popularidad trasciende para convertirse en una bebida de conocimiento global; tanto así que es solicitado en cualquier parte del mundo, teniendo poca competencia en preferencia.
Desde las tierras pródigas de Veneto y de la Friuli- Venezia Giulia, nace el excelente sabor de sus frutos; donde sus entrañas traman sus características para darle a las uvas sus sabores únicos e inimitables; Es así como la uva Glera, antes Prosecco, crece y se multiplica de manera frondosa, arropada por el manto del Mediterráneo y sus ricos suelos prolijos. Por esta razón, cada generación de viticultores es más celosa de su legado por lo que lo protegen con verdadera vehemencia y dedicación.
Un proceso de secretos y absoluta experiencia
Tal como se siente al probar este exquisito vino, es de sumo cuidado el proceso de elaboración; así es como cada paso conserva las técnicas usadas por más de cien años; de igual manera, su evolución ha incluido innovaciones para acrecentar la producción sin perder en lo más mínimo su calidad.
Tal es el caso de las uvas que en cosecha manual pasan por un prensado suave, logrando la extracción de su jugo de la manera más pura y delicada, para luego ser fermentada. Este método llamado Charmat, elabora el Prosecco, preservando la característica vibrante y alegre de este vino de burbujas especiales.
Paso a paso de perfección
Este proceso cubre una segunda etapa de fermentación; esta se realiza en tanques presurizados que dan excelencia a la efervescencia; por tal razón, El Prosecco es una bebida refrescante, que vibra al ser probada en cualquier ocasión.
Su combinación con frutas como la manzana verde, la pera madura y las esencias cítricas revelan una melodía de sabores sin comparación; es así como lo sutil, delicado y envolvente de sus sabores lo convierten en una experiencia sensorial de plenitud.
Definitivamente su terroir es protagonista en esta creación, sus cargas perfectas de minerales y su acidez le ofrecen a sus frutos estabilidad compleja y equilibrio perfecto para su proceso de elaboración. Sin duda alguna, Prosecco como aperitivo, acompañante de una comida “bon vivant” o digestiva, es una bebida sin comparación, versátil y dinámica.
Presente en cada celebración
Debido a su excelente sabor, Italia lo considera un emblema de alegría, sano compartir y celebración; es así como está presente en cualquier reunión familiar, de amigos o de negocios. Un sabor que invita a la conversación amena y sincera; por lo que se convierte en un componente indispensable en cada situación.
De igual forma, Prosecco ha transcendido las fronteras; su sabor especial colma al mundo de su elegante y sofisticada presencia; es así como adultos jóvenes lo identifican como una bebida exquisita, ligeramente espumosa de acidez mínima, de bajo contenido de alcohol; por lo que aporta frescura y vivacidad a los encuentros.
Un brindis por el espumoso Prosecco
En efecto, si se trata de superioridad, el Prosecco lleva la batuta; el universo vinícola le da un sitio de honor al espumoso italiano por su historia, sus características y excelente aroma y sabor: Es por su encanto que se encuentra presente en reuniones inolvidables del mundo entero; por tal razón, un brindis por el espumoso italiano de mayor prestigio, Prosecco.