Trump llama “hombre cohete” a Kim Jong Un

Al presidente norteamericano Donald Trump no le intimidó el marco de Naciones Unidas. Allí se comprometió a colaborar en la reforma de la institución, Trump hizo de Trump.

Le salió la vena nacionalista y guerrera, precisamente en una institución que nació para evitar los conflictos armados. Amenazó con “la destrucción total” de Corea del Norte si Pyongyang no cesa en su desafío” y se burló de Kim Jong Un al describirlo como “un hombre cohete en una misión suicida para sí mismo y su país”.

 Irán país “exportador del terrorismo” según Trump

El arrebato de Trump, que remarcó que siempre pondrá a “América primero”, continuó contra Irán, estado al que calificó de “exportador de terrorismo”.

El presidente de Estados Unidos calificó de vergonzoso el pacto de desnuclearización que firmó su predecesor, Barack Obama. Expresó que puede que él no ratifique de nuevo este acuerdo a mediados de octubre como estaba previsto: “No creo que hayan escuchado esta última parte”, remarcó para darle relevancia a su amenaza.

Sus palabras estuvieron marcadas por la consideración de que Irán sólo tiene como objetivo la destrucción de Israel. De manera nada velada apostará por tratar de acabar con el régimen islamista.

Trump comenzó su discurso en clave local  al más puro estilo de campaña, de política interna, para masajear su ego. Expresó  todos sus logros en ocho meses de presidencia: la bolsa ,sus supuestos enemigos de Wall Street, alcanza récords, el desempleo es el más bajo en 16 años y el regreso de las empresas al territorio estadounidense.

“Como presidente de Estados Unidos defenderé los intereses del país por encima de todo, América primero”.  “Supongo que todos ustedes ponen por delante los intereses de sus países”, lo que provocó la primera de las tres escasas ovaciones y el más prolongado de los aplausos.

Trump también manifestó que en cumplimiento con nuestras obligaciones con otras naciones trataremos, en el interés de cada uno, en que todas las naciones puedan ser soberanas, prosperar y seguras”.

En este giro, el presidente estadounidense se fijó en Venezuela. Se halla en una situación de colapso “completamente inaceptable”, por lo que no se puede permitir estar de brazos cruzados. “No podemos quedarnos mirando”, aunque, a diferencia del pasado agosto, no postulo de forma abierta una intervención militar.